Tras varios meses de acción directa, el periódico barcelonés editado por Dalmau Codina ha cedido a las demandas planteadas por el sindicato.
En diciembre de 2007, Lidia Loza, directora del periódico barcelonés de logística y transportes ‘El Vigía’ comunicó de malas maneras a nuestro compañero Eduardo, trabajador en la delegación de Madrid, la no renovación de su contrato temporal. Esta situación se producía después de varias semanas en las que el trabajador protestó por las irregularidades llevadas a cabo por Loza y su patrón, Dalmau Codina, en los contratos (con la temporalidad utilizada fraudulentamente) y en las horas extraordinarias (para ellos horas de exclavitud que ni siquiera pagaban), así como diversas ilegalidades menores.
El sindicato estudió el caso y, dado que el compañero no quería la readmisión, inició un proceso judicial y de acción directa para que la empresa reconociera que el contrato temporal en cuestión era ilegal, ya que no se daban las circustancias necesarias para la temporalidad, y pagara la correspondiente indemnización por despido improcedente más los salarios de tramitación.
Tras casi tres meses de pelea continua, el en principio arrogante Dalmau Codina se vio obligado a ceder por medio de sus abogados minutos antes del juicio y aceptó reconocer el despido improcedente y abonar las cantidades de dinero demandadas, a cambio del fin de la campaña de acción directa.
La derrota de Codina nos indica, por un lado, la poca inteligencia de algunos empresarios, que al desconocer la capacidad y la cabezonería de CNT terminan por perder más del doble de lo que se les pide al principio.
Por otro lado, al reconocer el despido improcedente del compañero, ‘El Vigía’ asume que prácticamente todos sus trabajadores con contratos temporales están en una situación fraudulenta que la empresa debe solucionar. Dalmau Codina debe regularizar la situación laboral en la empresa. Si no lo hace, los trabajadores deben saber que este es un caso que sienta precedente y que tienen todas las de ganar frente a los explotadores. Para ello les ofrecemos el apoyo de CNT.
En tercer lugar, este conflicto es una nueva pequeña muestra de la importancia del apoyo mutuo entre los trabajadores y trabajadoras para defendernos de la soberbia capitalista. Así como una señal de que el anarcosindicalismo es posible en sectores como la prensa y específicamente en las redacciones, donde lamentablemente abundan los egoístas, los insolidarios, los trepas y los pelotas.
Por último, nuestro sindicato quiere agradecer la solidaridad recibida de toda la confederación (especialmente del Sindicato de Oficios Varios de Barcelona y del Sindicato de Transportes y Comunicaciones de Madrid) y también de las decenas de personas no afiliadas a CNT que se han involucrado de un modo u otro en el conflicto.
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