Estos cientos de hombres y mujeres que valientemente decidieron combatir al fascismo por las armas han sido olvidados a posta por la historiografía oficial. Minimizada o tergiversada así su lucha revolucionaria, sirvan estas líneas como humilde homenaje.
Todos eran trabajadores, muchos de ellos militaban en organizaciones: socialistas, sindicalistas, comunistas, republicanos, anarquistas o simplemente personas que «se echaron al monte» ante el temor a la represión fascistas.
Desde 1936 hasta los años 60 combatieron activamente al franquismo en el monte o en la ciudad; siendo sus condiciones de vida durísimas, muchos de ellos perdieron la vida en la lucha o las represalias se dirigieron hacia sus familiares indefensos.
Pretendían que su lucha contagiara a los trabajadores españoles y a los antifascistas internacionales, consiguiendo de una vez por todas derribar al régimen dictatorial y construir un mundo nuevo en el que no existieran injusticias ni capitalismo. Su sueño fue bello y su actitud verdaderamente ejemplar.
En la provincia de Zamora actuaron distintos grupos guerrilleros, la mayoría de ellos pertenecieron a la Federación de Guerrillas de León-Galicia, realizando distintas acciones en pueblos de Sanabria. Los guerrilleros eran trabajadores rurales y mayoritariamente mineros o antiguos obreros de la vía férrea Zamora-Orense que tras el triunfo fascista de julio de 1936, subieron al monte para continuar la resistencia. En aquellos años partidas de maquis como las de Manuel Girón o el cenetista Marcelino de la Parra, se convirtieron para las gentes de la zona en auténticos iconos de la lucha a por la libertad.
Recordemos a estos idealistas, que lucharon por un mundo que no pudo ser y por el cual nosotros deberíamos seguir luchando.
Dejar una contestacion
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.